La Columna de Venegas: Ah, qué UEFOS

Por Eduardo Venegas 


Cada quién a su casa. Más ó menos esto es lo que, de acuerdo con la información dada a conocer el lunes pasado, la UEFA ha propuesto, en un intento de evitar que los equipos nacionales participen en torneos organizados por confederaciones ajenas a la suya. Y cómo es claro, el asunto nos viene a patear la puerta, habida cuenta de que México tiene ya 16 años participando en torneos de CONMEBOL, Copa América, para ser más precisos. 


     Así  que encima de la ya conocida renuencia de Jack Warner y demás dirigentes concacafos, de que los equipos mexicanos compitan en torneos “foráneos”, ahora resulta que por los uefos de Platini -por ser de UEFA, no crea usted que por amígdalas ó cosa parecida- podríamos quedar fuera de una competencia que, con los asegunes que usted quiera poner, ha reportado ganancias a nuestro futbol. 


     Si repasamos un poco estos 16 años de participación azteca en el torneo americano más importante a nivel de selecciones, los avances de México son en tres rubros principales: prestigio, roce internacional y exposición de jugadores. Pese a lo que pueda decirse y a que aún no hemos levantado el trofeo de campeón, la Selección Mexicana ha visto incrementada su reputación en el mundo del futbol gracias, en buena medida, a sus intervenciones en Copa América. En mi opinión, México se ha ganado la distinción de tercer equipo del continente gracias a sus resultados aquí, que incluyen dos segundos lugares y tres semifinales, además de un par de campeones de goleo, en siete participaciones. 


     En cuanto a la experiencia internacional, quien no comprenda que resulta mucho más provechoso jugar un partido contra Uruguay que cinco contra El Salvador, no tiene muy claro de qué se trata este jueguito. Y por lo que toca a la proyección de futbolistas, si bien no podemos hablar de un éxodo masivo, hay casos concretos de jugadores nacionales que han emigrado ó se han cotizado para nuevos clubes gracias a sus actuaciones en este torneo: Luis Hernández, Rafael Márquez y el mismo Nery Castillo, con todas sus  desventuras posteriores, son ejemplos específicos. 


     Pues bien, gracias a la propuesta europea esos logros, amén de lo económico, que no compete a este espacio, están en riesgo de perderse, tal como Justino Compeán reconoció. El mismo presidente de la FMF señaló que el 4 de diciembre será clave en este asunto, cuando dirigentes de CONCACAF y CONMEBOL se reúnan en Sudáfrica para el sorteo mundialista. Esto, según Compeán y como sería deseable, sin narices ajenas olisqueando un asunto que compete a las entidades mencionadas y, ni hablar, a la FIFA. 


     Muchas opiniones que he leído y escuchado ofrecen la radical solución de la emancipación mexicana de CONCACAF para integrarnos a CONMEBOL, imitando los ejemplos de Turquía y Australia, que hace unos años decidieron cambiar de aires y se fueron a eliminar en Europa y Asia, respectivamente. Siento decirle que no lo encuentro posible y por factores que provienen de ambos lados, ó sea, de las dos partes en cuestión.  


     Con la última experiencia eliminatoria, que en la primera vuelta fue para nosotros más una peregrinación de rodillas sobre vidrio, no vislumbro mucho entusiasmo para que vayamos a pelear un boleto ahora contra Brasil, Paraguay y demás. En cuanto al organismo que dirige Julio Grondo… digo, Nicolás Leoz, se ha demostrado ya varias veces que el pie mexicano ha dado muchos pisotones en callos sudamericanos. Las largas jornadas de viaje a territorio nacional desde zona CONMEBOL y las condiciones geográficas y climáticas son dos ingredientes más para la sopa de “nanay” que pienso nos recetarían desde la parte baja del continente si solicitáramos nuestro ingreso formal a su organismo.
 

     Veremos entonces en qué termina la novelita que la gente de UEFA ha iniciado, con sus ínfulas de progenitor de los pollitos pamboleros y vocación de patea-espinillas. Por mi parte, espero que la idea no prospere y podamos seguir compitiendo contra los equipos de la parte sur de América a pesar de que, como el mismo Leoz dijo alguna vez, seamos “de otro continente”. 


La caminera.

Dice Daniel Montenegro, emulando el discurso de Manuel Lapuente hace unos años, que para show, “hay recitales”. No lo culpo. Alguien que juega en un equipo ratonerito y puntista como el que dirige Jesús Ramírez, no puede relacionar el futbol con un espectáculo. Cómo deben extrañar los americanistas amantes del buen futbol a Beenhaker, su último técnico vistoso… en su primera etapa, hace ya 15 años.